viernes, 27 de noviembre de 2009

Y 1556 la Nueva España lo miro nuevamente y por útima vez, efectivamente marchó a México donde se enamoró otra vez – uno se puede enamorar otra vez ¿? – bueno como sea, se enamoró d Leonor de Osma, y bajo su ventana fue herido de muerte por un rival celoso, Hernando de Nava, en 1557 y en donde creen… en Puebla de los Ángeles.

OJOS CLAROS Y SERENOS


Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?

Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquél que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.

¡Ay, tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

-Gutierre de Cetina (1520-1557)-

No hay comentarios.: