jueves, 29 de julio de 2010

120 años sin Van Gogh
Vincent Van Gogh fue un célebre pintor neo-impresionista holandés. Aunque no cosechó fama en vida, sus cuadros y su figura son muy valorados en el campo del arte. Coloristas y luminosas pinturas así como un gran talento paisajístico se reflejan en las más de 900 obras que realizó durante su corta vida. Suyos son, por ejemplo, cuadros como Los girasoles, El dormitorio de Van Gogh en Arles o La habitación amarilla.
Admirador de Millet, del arte japonés y de la pintura contemporánea, se trasladó a Londres para continuar con su vida de artista. Entró en un periodo depresivo tras el rechazo de una mujer y se refugió en la religión y la pintura, convirtiéndose en un hombre extraño que predicaba la palabra de Dios. Más animado, comenzó otra etapa creativa en la capital francesa.
Una de las historias más conocidas es la de la amputación de la oreja de Van Gogh, que ocurrió tras una acalorada discusión con su colega, el también pintor Paul Gaugin. Van Gogh, en muestra de arrepentimiento, se cortó una oreja e hizo que se la entregaran a Gaugin. Este demente acto le valió el mote de "el loco del pelo rojo". Y es que el célebre pintor padecía un desorden mental. Quizás por eso decidió suicidarse pegándose un tiro en el estómago. Un disparo que, por cierto, no le mató en el acto.
Van Gogh reposa en el Cementerio de Auvers-sur-Oise, en París, junto a su hermano Theo. Sus tumbas están cubiertas por una hermosa capa de hiedra.
Luego de acabar su inquietante 'Cuervos sobre el trigal' (1890) se disparó un tiro el 27 de julio de 1890 y falleció dos días después (29 de Julio) a consecuencia de la herida.

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